Nos ocupa en este artículo la incógnita de saber ¿Cada cuánto tiempo se debe acudir a una Fisioterapeuta? A lo que debemos responder que, en realidad, es algo muy relativo. Pues todo va a depender de la apreciación del profesional especialista en la materia.
En este contexto, me gustaría comentaros que nuestra Clínica de fisioterapia que se encuentra en el barrio de Salamanca en la calle Diego de León n59, 1ºB ofrece una valoración personalizada para cada paciente. Además de que el objetivo de una Fisioterapia, no es solamente curar o corregir, si no, que este tipo de sesiones también se utilizan de manera preventiva, adaptándose a las necesidades específicas de cada individuo para promover un bienestar integral.
Hay personas que pueden necesitar terapia diaria, inter diaria, cada tres días una vez a la semana, quincenal o mensual. Todo va a depender de cada paciente y su respectiva dolencia o incapacidad.
Lo que sí está bien claro es que las Fisioterapias son muy necesarias para pacientes que están en recuperación por alguna convalecencia. También porque tengan alguna incapacidad de nacimiento que amerite recibir tratamiento médico de ésta índole terapéutica.
Ahora debemos ahondar un poco para saber de qué se trata un tratamiento terapéutico, ¿cómo y cuándo debe recibirse y sobre todo quiénes son las personas que lo ameritan y quienes son las personas autorizadas para aplicarlos? Por eso conocer ¿Cada cuánto tiempo se debe acudir a una Fisioterapia? Te ayudará a ti como a tus allegados.
¿Qué es la Fisioterapia?
La Fisioterapia es una técnica que está destinada a aliviar y recuperar a una persona de cualquier padecimiento. Ya sea producto de algún accidente, de alguna enfermedad degenerativa o de alguna incapacidad congénita.
Este método de la Fisioterapia se puede aplicar utilizando herramientas diversas de apoyo. Como lo son:
El calor, el agua, la electricidad, la aplicación de masajes, el frío, la ejercitación y maquinarias de autoayuda. Así como también grúas, bandas, paralelas, radiaciones luminosas, rayos X entre otros métodos más modernos y sofisticados. En este caso hablamos de la musicoterapia, la bailoterapia y la aromaterapia que en este caso serían complementarios.
Podemos definir que la Fisioterapia está compuesta por un conjunto de actuaciones donde el profesional y el paciente pueden inter-actuar. No se descarta para nada la presencia del diálogo, pues a través del Yoga, la metafísica y la hipnosis.
Así como todos aquellos recursos a los cuáles se les pueda echar mano para atraer la atención y sobre todo la aceptación de quienes la reciben. Ya que en algunos casos se vuelven apáticos y poco receptivos, negando su colaboración al profesional.
No podemos dejar de mencionar que la psiques es un factor muy importante en el éxito de estas sesiones. Pues si la persona que recibe este tratamiento está reacio a recibirlo bien sea porque no crea en su recuperación. O dude de la efectividad del tratamiento o porque está abandonado en sí mismo y se niegue a seguir viviendo. Entonces las cosas se complicarán demasiado y es aquí donde hay que recurrir a otros métodos paralelos.
Entre los métodos paralelos de la Fisioterapia, están los que mencionamos en el párrafo anterior. La metafísica, la música, la intervención de un mentalista, el Yoga. Y hasta la intervención de un alto jerarca de la religión que el paciente profese para que lo convenza de la necesidad de curarse y de colaborar para encontrarle un sentido a su vida.
¿Quiénes son las personas que necesitan de un fisioterapeuta?
Todas aquellas personas que hayan nacido con cualquier tipo de incapacidad. También las que la hayan perdido por alguna causa externa como accidentes o enfermedades degenerativas. Igualmente los que padezcan de dolores agudos o de deformaciones repentinas ocasionadas por alguna mala postura. También aquel que se sienta incómodo con alguna parte de su cuerpo que tenga que ver con la parte motora.
En cuanto a la edad, la Fisioterapia es aplicable a personas de cualquier sexo y de cualquier edad. Incluyendo niños recién nacidos, adolescentes, adultos y ancianos. Inclusive las mujeres en estado de gravidez y las que se encuentran en la etapa de la menopausia o las adultas mayores. Todo ser humano es un candidato en potencia para recibir tratamiento de Fisioterapia. Por ello es bueno tener en cuenta ¿Cada cuánto tiempo se debe acudir a una Fisioterapia?
No hay que sorprenderse si les decimos que hasta los animales pueden recibir este tipo de tratamientos. Los cuales son aplicados por especialistas veterinarios que se han especializado en esta rama de la ciencia. Con la intensión de ayudar animales a recuperar algún tipo de movilidad perdida.
¿Quiénes son las personas capacitadas para aplicar técnicas de Fisioterapia?
Realmente aunque la Fisioterapia es una carrera afín a la medicina, tiene su especialidad bien definida y las personas acreditadas para aplicar Fisioterapia. Son aquellas que han realizado estudios universitarios avanzados y que han logrado obtener su título en esta especialidad.
Un Fisioterapista tiene que haber cursado entre sus materias un poco de psicología para poder lidiar con pacientes reacios a recibir ayuda. De manera que la paciencia y el poder de convencimiento de un Fisioterapista deben ser cualidades de alto nivel.
Los Fisioterapistas pueden asistir a sus pacientes en clínicas privadas. También en centros de rehabilitación cuya infra estructura haya sido diseñada con estos fines. Deben ser sitios donde haya piscinas térmicas, salones acondicionados con colchonetas, paralelas, barras, camillas, grúas, cadenas y equipos de sonido. Y muchas otras herramientas complementarias o auxiliares para que el profesional y sus pacientes puedan realizar sus sesiones con libertad.
Otros, según las circunstancias del paciente, deben asistir a domicilio para aplicar su tratamiento. Lo importante realmente en todo caso es la receptividad de la persona afectada y la disponibilidad y profesionalidad del fisioterapeuta. Sin descartar por supuesto la experiencia que es muy importante en estos casos. Cuando las Fisioterapias se realizan a domicilio, es obvio pensar que el coste se debe incrementar, pero en algunos casos no queda otro remedio.
¿Cuáles son los beneficios de recibir un tratamiento de fisioterapia?
Las personas que reciben un tratamiento pueden recuperar la movilidad de cualquier miembro que se le haya atrofiado o entumecido. Por estar demasiado tiempo en cama a raíz de alguna convalecencia, bien sea por haber sufrido un accidente o por alguna enfermedad larga.
Mediante unas sesiones de Fisioterapia, no solo se puede recuperar la movilidad de algún miembro. Sino que se pueden aliviar los dolores musculares y además hay personas que han logrado volver a caminar después de mucho tiempo sin poder hacerlo. El éxito de estas sesiones está en la efectividad y experiencia de los profesionales y la colaboración de los pacientes.
Además mediante la Fisioterapia, se puede retardar o inclusive evitar el deterioro físico prematuro. Se recupera la flexibilidad y además mentalmente se logran avances increíbles en el aspecto psicológico de las personas.
La Fisioterapia mejora notablemente todas las funciones básicas del organismo y elevan el auto estima y las ganas de vivir. Está comprobado que psicológicamente las personas que reciben tratamientos Fisioterapéuticos, logran enfrentar sus limitaciones con mayor entereza. Aparte de que luchan por su plena recuperación en todo momento.
La mejor herramienta para luchar contra un estado de abandono y postración, es el movimiento. Todas las Fisioterapias incluyen movimiento, bien sea en cama de manera individual o con la valiosa ayuda del Fisioterapista de manera manual o con herramientas mecánicas.
La Fisioterapia ayuda a controlar los distintos estados de disfunción de algún miembro del cuerpo. Además, previene el posible entumecimiento de los miembros que no se estén ejercitando por estar postrados en una cama.
Los tratamientos Fisioterapéuticos no solo corrigen y alivian las dolencias ya existentes. Si no que previenen daños a futuro que se pueden vislumbrar a causa de cualquier enfermedad degenerativa o por lesiones recibidas a causa de accidentes.