¿Qué es la propiocepción?

Aprende ¿Que es la propiocepción y de qué manera la perciben los seres vivos? Pues la propiocepción es la parte consciente que te indica en todo momento dónde se encuentra cada parte de tu cuerpo. Además te informa en tiempo real, sobre cada uno de los movimientos que esta parte de tu cuerpo está ejecutando.

Ahora sabremos que cada una de las partes de tu cuerpo pueden realizar gran cantidad de movimientos tales como: Las muñecas, los tobillos, las rodillas, el cuello, la cintura, cada uno de los dedos, las piernas, los brazos, las caderas y los hombros, y todos aquellos miembros que una persona puede mover voluntariamente.

Mediante la propiocepción, las personas pueden identificar no solo cada movimiento que se está realizando. Sino además la intensidad con la que se están llevando a cabo cada uno de éstos movimientos y en qué posición se encuentran las articulaciones.

Estos movimientos por otra parte, trasmiten una serie de sensaciones que se perciben a través de la piel. También de los músculos y las articulaciones, y por supuesto en los huesos. A esta sensación, se le conoce como señales de vida, y pueden incluir algunas palpitaciones casi imperceptibles. Esto debido al paso del torrente sanguíneo por el cuerpo.

Mediante la propiocepción, las personas pueden catalogar que tipo de movimientos están experimentando. Es decir, si en estos movimientos se deja traslucir cierto grado de pesadez o de agilidad. Si hay muestras de rigidez, si hay fuerza o si por el contrario los miembros del cuerpo denotan alguna pereza.

Por supuesto que es el cerebro, el órgano emisor y receptor de tales señales. Y el que definidamente nos va a permitir evaluar la calidad de cada movimiento. De cada miembro del cuerpo, y la calidad de dichos movimientos en cuestión.

¿Qué conexión existe entre el cerebro y la propiocepción?

Como ya debemos conocer, el cerebro es el órgano que ordena cada función del cuerpo humano. Y entre estas funciones están los movimientos de cada uno de los miembros que componen el organismo en pleno.

Una vez que el cerebro ha ordenado un movimiento, esta parte del cuerpo que recibió tal orden, la recibe y la ejecuta. Somos entonces nosotros, los seres humanos los que debemos saber por instinto propio si cada uno de estos movimientos se ha realizado de manera correcta y la calidad de tal o cual movimiento.

Asimismo sabremos si produce dolor o por el contrario, el movimiento se ha producido satisfactoriamente para ejecutar alguna acción con soltura. Como caminar, bailar, nadar, hacer algún tipo de trabajo o ejercicios, entre otras funciones compuestas de movimientos aislados o sincronizados.

De modo que la propiocepción es el sentido que informa al organismo, en qué posición se encuentra cada uno de los músculos. Si se encuentran en una posición forzada o si están cómodos, por medio de la propiocepción se puede percibir la dirección de los movimientos. Así como también si estos movimientos son intencionados o por reflejo.

Estos movimientos se pueden regular, intensificar o detener a gusto de cada persona. Y en caso contrario, se estará produciendo una disfunción o parálisis que se debe atacar de inmediato. Ya que no se estará recibiendo información desde el cerebro para ejecutarlos.

La falta del conocimiento y práctica de una buena higiene postural puede además ocasionar el descontrol momentáneo de algunos movimientos musculares e inclusive ocasionar calambres. La acción motora debería ser siempre planificada, pero algunas veces no es así. Es entonces cuando se detecta que algo no está funcionando correctamente.

La acción propioceptiva del cuerpo depende del sistema nervioso

Ciertamente, el sistema nervioso es responsable de todos y cada uno de los movimientos que el ser humano puede realizar. Pero el cuerpo lo percibe de diferentes maneras, algunos movimientos son voluntarios, saludables y satisfactorios. Mientras que otros pueden resultar dolorosos e involuntarios.

Los propioceptores se encuentran ubicados en todas las articulaciones, tendones, músculos, articulaciones, ligamentos, cartílagos. Es decir en todo cuerpo y en el aparato vestibular. Al estimularse el aparato vestibular, el individuo es capaz de percibir el movimiento de cada miembro de su cuerpo.

Los movimientos se pueden intensificar o modificar según la velocidad de éstos. Además el ser humano puede, si quiere, permanecer inmóvil, a no ser que algo no esté funcionando correctamente y se produzca algún movimiento involuntario que esto ocurre hasta inclusive en un cuerpo ya sin vida.

Se considera que los propioceptores, son un subsistema de receptividad de los movimientos del cuerpo. Estos regulan el equilibrio y los movimientos del cuerpo. Todo este aparataje orgánico interesa a los receptores sensibles, la presión sanguínea y a los quimiorreceptores sensibles al Ph.

También, e inclusive, el aparato vestibular del oído que regula el equilibrio, tiene interrelación con los movimientos musculares y con el uso u órgano tendinoso de Golgi. Los movimientos deben ser siempre voluntarios e indoloros, siempre y cuando todo funcione debidamente.

Cuando esto no sucede de esta manera, se amerita un examen médico profundo. Pero rápido y oportuno para detectar cualquier anomalía que requiera de un tratamiento o de una intervención quirúrgica.

La propiocepción es una acción que está presente en todos los seres vivos cuyos organismos están en perfecto estado de salud. Y el quebranto de cualquiera de las funciones principales del cuerpo pudiera ocasionar una disfunción en este sistema.

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¿Qué tipo trastornos puede ocasionar la disfunción del sistema propioceptivo?

La disfunción del sistema propioceptivo, sin duda alguna ocasiona terribles descontroles orgánicos. Puede ocasionar algunos tics, la pérdida del equilibrio, y torpeza motriz en general. Uno de sus síntomas, es la incapacidad de mantener la cabeza erguida.

Puede presentarse una incapacidad de realizar movimientos con las dos manos, operar maquinarias, manipular herramientas, entre otros movimientos. Se puede evidenciar además cierto grado de inquietud postural y eso conlleva a la falta de prestar atención, y no poder concentrarse en nada.

Estas incapacidades se reducen a lo que se conoce como tono muscular disminuido, o disfunción propioceptiva. Se puede incluso presentar alguna dificultad en la agudeza visual, o en la incapacidad de seguir con la mirada cualquier objeto en movimiento.

¿Qué factores son responsables de la disfunción propioceptiva?

Una de las causas más comunes que se presentan en estos casos, puede ser la presencia de algún tipo de tumoración cerebral. Donde los tumores pueden ejercer cierta presión en el cerebro causando cualquier tipo de torpeza motriz.

Otros tipos de enfermedades tales como las que ocasionan algunos virus. También pueden ocasionar parálisis y disfunción de algunos músculos como es el caso concreto de la polio mielitis aguda.

¿Cómo prevenir la disfunción propioceptiva?

Para prevenir de cierta forma que ocurra este tipo de disfunción, se recomienda a las personas en general, que se hagan chequeos médicos regulares, al menos una vez por año.

De esta manera se pueden detectar a tiempo muchas enfermedades y después de un diagnóstico temprano. Entonces se pueden emprender tratamientos preventivos o curativos en caso de que la enfermedad haya tomado cuerpo.

Hacer ejercicios, caminar y mantener un buen régimen alimenticio, sin duda alguna va a contribuir al buen funcionamiento de todo el cuerpo humano. Y también de sus respectivos sistemas musculares, óseos y nerviosos, así como de todos sus órganos. El cuerpo debe mantenerse siempre en continuo movimiento para poder gozar de un perfecto estado de salud mental y física.